El llanto es una señal tardía de hambre en el recién nacido y el bebé. Es decir, esperar a que llore para darle de mamar, es llegar tarde. Hay que anticiparse al llanto y ofrecerle el pecho cuando esté calmado/a y receptivo/a.
Esta infografía sobre las señales de hambre en el bebé ayuda a reconocer esos gestos iniciales que indican los momentos ideales para mamar antes de que se sienta tan necesitado que arranque en llanto. Una vez llora desconsolado es preferible calmarlo para que seguidamente pueda concentrarse en mamar.
Documento original «Baby Feeding Cues» (Queensland Government, Australia, 2010)